Otro de los edificios civiles públicos más destacables de Almagro es este palacio concebido a modo de gran caserón, construido por los Fugger en el siglo XVI como centro de su actividad económica, especialmente para servir de almacén (de ahí su nombre) para guardar el mercurio que llegaba de las minas de Almadén, arrendadas a la Casa de los Fúcares por el Emperador Carlos V. Se trata de uno de los ejemplos más interesantes del renacimiento almagreño, junto al Convento de la Asunción.
Un poco de historia
Casa particular de la familia Bringas, más tarde casa de vecinos, encajería, colegio y, en la actualidad, alberga la Universidad Popular de Almagro, centro de formación sociocultural municipal desde el año 1984, y una de las sedes del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro.
Descripción del edificio
Este edificio del siglo XVI está concebido como un gran caserón, con la fachada en ladrillo, tapial y mampostería a la usanza toledana. La puerta actual puerta se añadió en el siglo XVII, dando acceso al vestíbulo con bóvedas decoradas con yeserías, y que comunica directamente con el patio.
El patio posee planta cuadrada, con doble arcada de ladrillo, la inferior con columnas de orden toscano que soportan arcos de medio punto; y la superior de arcos carpaneles y balaustrada .
Sus amplias salas eran las primitivas cámaras de almacenamiento y están rematadas con ricos artesonados.
Hoy en día se conoce también por los nombres de Casa-Palacio de Juan Jédler o Palacio Fúcares.
Fuente texto y fotografía: Oficina de Turismo de Almagro