Pasadas ya las celebraciones de la Semana Santa y, a los 48 días, tiene lugar una de las celebraciones más enraizadas en Puertollano: el Santo Voto. Como reconocimiento de su importancia cultural, a la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional se unió, en 2020, la de Bien de Interés Cultural Inmaterial.
El Santo Voto es la tradición más antigua de Puertollano, y sus habitantes la celebran acudiendo a su cita año tras año. Generaciones de adultos y jóvenes se unen sin distinción de ideas políticas o posición social, en una fraternal comida en las inmediaciones de la Ermita de la Virgen de Gracias, patrona de la localidad.
Se celebra, como hemos indicado, en la Octava de la Ascensión (48 días después del Domingo de Resurrección), y consiste en sacrificar 13 vacas, cuya carne es guisada y repartida entre los vecinos para prevenir las enfermedades
Actos de la fiesta
Miércoles
Una veintena de mujeres y hombres juega un papel muy activo y significativo en la preparación del voto: trabajaran toda la tarde-noche anterior acometiendo las tareas preparatorias del guisado, como pelar patatas, cebollas, etc. Parten la carne y preparan todos los ingredientes para realizar el guiso.
- A las 17 h. el párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de Gracia bendice el pan y se reparte en la glorieta del mismo nombre.
- A las 19 horas se inicia el «Paseo de la vaca del Voto» con desfile de la banda de tambores y cornetas de Jesús Orando en el Huerto, recorriendo las principales calles de la ciudad.
- A las 20 horas comienza el Festival Musical en la glorieta Virgen de Gracia, donde intervienen varias asociaciones folclóricas, cantantes de canción española acompañados de bailarines.
- Cerca de la media noche se procede al encendido de las hogueras para calentar las calderas. Después tiene lugar la típica verbenilla para amenizar esa larga noche de preparativos pues, durante toda la madrugada arden hogueras y, en grandes ollas, se guisa el estofado de vaca.
Jueves
El día de la Ascensión, tras la Santa Misa alrededor de la una de la tarde, se bendice y se reparte el guiso del Santo Voto que, junto al pan bendito, dan de comer a miles de asistentes.
Pero en una celebración tan importante para los puertollaneros, la preparación y reparto del guiso del Santo Voto no podía ser el único evento. En estos casi 700 años de celebración, la localidad de Puertollano ha ido completado su celebración con actos culturales y lúdicos como el Mercado Medieval –de martes a sábado en el Paseo El Bosque–, los Premios de la Orden del Santo Voto -con nombramiento Caballero y Dama del Santo Voto-, o el Rally Fotográfico; y otros religiosos como dedicar un «mayo» a la Virgen, que es una plegaría popular que recoge el sentir del pueblo dando gracias por el amparo y la protección de Nuestra Señora.
Un poco de historia
Origen de la fiesta
Su origen se remota a la Peste Negra que asoló Europa en el siglo XIV, los escasos supervivientes puertollaneros, atribulados y afligidos, elevaron sus ojos a las alturas y ofrecieron Voto a la Virgen (un Santo Voto). Si la enfermedad cesaba, conmemorarían todos los años los Desposorios de María Santísima y el aventurado San José con el sacrificio de unas vacas y harían una comida para repartirla gratuitamente entre los habitantes del pueblo el día de la Octava de la Ascensión del Señor a los Cielos. Además, también se ofrecía comida a los pobres y necesitados.
«Probablemente en el verano de 1348 se detectaron en Puertollano los primeros casos de la epidemia de peste negra que recorría Europa. Causó tal estrago que la gente caía muerta en la calle y, en pocas semanas, los apenas 200 vecinos/familias que había entonces (unas 1000 personas) se vieron reducidos a sólo 13 (70 personas).»
El animal elegido para el sacrificio fue la vaca, una especie muy apreciada por los ganaderos del Valle debido a su escasez y gran aprovechamiento. Sus excrementos son utilizados para abonar los campos, con objeto de alejar las plagas, y su piel se trocea y se reparte a modo de amuleto.
Con el fin de hacer desaparecer la peste y recaudar fondos nació también «El paseíllo de la vaca» (símbolo de buena suerte) por las calles de la ciudad, una costumbre que despareció en la Guerra Civil y se volvió a implantar con la llegada de la democracia.
Las epidemias continuaron apareciendo cada 20 años aproximadamente. En 1486 otra gran epidemia lleva a los vecinos de Puertollano a realizar otro voto, por el que se acordó «hacer una ermita y fueron en procesión a señalar el sitio, y luego que le señalaron cesó el contagio y mortandad, sin que alguno de allí en adelante muriese de él» (Dr. Limon). Esta ermita, dedicada a la Virgen de Gracias, se construyó en el llano del puerto, finalizando la obra en 1489.
Cambios de la celebración del Santo Voto desde el siglo XIV
Es evidente que en todo este lapso de tiempo el voto ha cambiado. Antiguamente se daba una ración de carne a cada familia y se hacía una comida colectiva con garbanzos y carne de vaca y carnero en la que se utilizaban numerosas ollas de barro que, hasta la Guerra Civil, se encargaban a los alfareros de Puertollano. El último de ellos, Juan Grande «El Ollero», tenía el taller familiar en la calle Ancha, del que se sabe con certeza que estuvo funcionando desde el siglo XVIII hasta 1925, y aún se conservan algunas piezas.
En los años 50, el Ayuntamiento suprime la entrega de carne y adquiere unas grandes cacerolas metálicas en las que se hace una comida de carne de vacuno y patatas. La comida de 1958, se realizó junto a las tapias adosadas al que fuera Colegio Municipal Nuestra Señora de Gracia, lugar en el que se construiría posteriormente el entonces Colegio Nacional Generalísimo Franco (hoy Giner de los Ríos) inaugurado el 14 de enero de 1967.
En la actualidad se usan unas 32 grandes calderas metálicas para la preparación del Santo Voto
Preparación del Santo Voto a lo largo de la historia
Para conocer mejor esta cultura culinaria, basta con examinar los ingredientes que se han utilizado para la preparación del Santo Voto, a lo largo de estos siglos:
- Durante el siglo XVI los productos alimentarios son: un buey, diez cabezas de puerco y pies, seis libras de almendras, dos de azúcar, seis de huevos, canela, aceitunas sevillanas, ajonjolí, una arroba de queso, cuatro gallinas, turmas, asaduras, cabeza, naranjas, mantequilla de vaca, cuatro arrobas de vino para las cocederas, tocino, hinojo, diez cabritos y harina.
- Durante el siglo XVII se toma pan, queso y vino, aceitunas y sardinas: el estofado se hace con carnes rojas y blancas, cocidas con garbanzos y arroz, sazonado con sal, azafrán, pimienta y clavo. Se incluyen platos de repostería integrados por: miel, canela, almendras, aceite, leche, azúcar, manteca, ajonjolí, pasas, mantequilla, piñones y naranjas, y para las doncellas también se reparten requesones.
- En el siglo XVIII al tradicional estofado se añaden las habas. Se sigue condimentando con sal, azafrán, clavo y pimienta. Los participantes en la fiesta beben grandes cantidades de vino tinto y blanco y se toman también ensaladas de cebolla y lechuga. Desaparece el queso, por su encarecimiento, y se sustituye por el tradicional puñao de garbanzos torraos. En 1715 se preparan para el postre, raciones de alumbre azucarino con ajonjolí: ofrecen bebidas de limón elaboradas a partir de limones y azúcar rosa y blanca, y también una apetecible y bebida llamada Aurora, que lleva vino, azúcar, almendras, canela, sal y nieve.
- Durante el siglo XIX se incorporan patatas, guisado con los condimentos de la época. Se preparan ensaladas de lechuga y se bebe vino peleón, y el refresco de naranja o limón se sustituye por otro más nutritivo que lleva azúcar, leche y chocolate. También se preparan durante estos años raciones de preferencia integradas por seseras, riñones, asadura, solomillo, lenguas, patas y carne guisada, morcilla y callos.
- En el siglo XX se producen cambios significativos por motivos políticos y económicos. Se eliminan los refrescos, y en 1920 los garbanzos se sustituyen por arroz. El estofado continúa siendo básicamente de carne de vaca, a la que se añade toro, buey, ternera, cordero y becerras añojas, procedentes de los quintos del Valle de Alcudia. Los bollos bendecidos forman parte también de la tradición ritual del pan en las fiestas, cuyo origen se remonta al carácter divino de este alimento en el mundo clásico.
Finalmente, año de su declaración como BIC, Puertollano recuperó su tradición alfarera con la introducción de 13 ollas de barro realizadas por el artesano Virgilio Vizcaíno, con las que se rememora la manera más tradicional en la que generaciones anteriores elaboraron este guiso.
Cuándo se celebrará el Santo Voto de Puertollano este año
Ya sabemos que es un poco lioso eso de la Octava de la Ascensión, a lo que se añade el hecho de que es una fiesta variable en el calendario. Para conocer exactamente cuándo tiene lugar esta celebración puedes consultar este calendario perpetuo con el que podrás calcular las principales fechas relacionadas con la Semana Santa del año que se desees. Sólo tienes que escribir el año del que quieres hacer la consulta y pulsar sobre «Enviar».
Como referencia, os indicamos las fechas de la Octava de la Ascensión para los próximos años:
- 26 Mayo 2022
- 18 Mayo 2023
- 9 Mayo 2024
- 29 Mayo 2025
Fuente: Oficina de Turismo de Puertollano