Tras este título cuando menos curioso, se esconde una ruta pensada para quienes contemplan un interés por temas marianos, ya sea por afinidad religiosa o gusto estético, y disfrutan con la gastronomía, en concreto con ese alimento, tan antiguo como delicioso, que es el queso. Lejos de buscar una explicación que relacione ambos temas ya adelantamos que se trata solo de una mera coincidencia que sirve completar y enriquecer una propuesta ya de por sí interesante. ¿Te animas a conocerla?
Los santuarios marianos tienen una especial significación en el sentimiento religioso popular debido a la afinidad e identificación que producen por su cercanía y singularidad. Se trata, no solo de una manifestación religiosa sino también del reconocimiento de algunas localizaciones, cuya importancia ya advirtieron desde la antigüedad más remota nuestros ancestros. De este modo, independientemente de las creencias personales de cada uno, la visita a estos lugares está impregnada de una mística que va más allá de la religión y entronca con la espiritualidad inherente al propio ser humano.
Santuario de La Virgen de la Encarnación, en Carrión de Calatrava
Empezamos nuestro periplo por Carrión de Calatrava para visitar la morada de Ntra. Sra. de la Encarnación. Este santuario presenta una construcción humilde formada por ermita y patio, como es habitual, cuyo mayor interés reside en su relación con la extinta ciudad de Calatrava la Vieja, cuyo yacimiento se encuentra a escasos metros. De hecho, el edificio de la ermita se construyó reutilizando la antigua mezquita del arrabal de esta ciudad, como atestigua el arco de herradura conservado en el muro norte, en cuya clave se conserva la representación más antigua de la cruz de la Orden Militar de Calatrava, fundada en este lugar.
Tras concluir la visita tenemos dos opciones para continuar hasta el siguiente punto, que es el Santuario de Ntra. Sra. de las Cruces de Daimiel. Podemos aventurarnos por el camino que parte de la zona de picnic hasta enlazar con la carretera que une Malagón y Torralba de Calatrava, o volver hasta Carrión para tomar esta misma carretera. En el primer caso hay que valorar las condiciones del camino en relación al tipo de vehículo que lleváis. Nosotros lo hemos hecho con un turismo y ciertamente hay que extremar las precauciones para no dar con los bajos en el suelo.
Santuario de la Virgen de las Cruces en Daimiel
El complejo arquitectónico que acoge la imagen de la Virgen de las Cruces se localiza entre Daimiel y Torralba, lo cual ha generado históricamente tensiones similares a las que mantienen Almagro y Bolaños. Su origen se remonta al s.XV asociado a una aparición mariana que responde a un esquema repetido en la mayor parte de los casos. La virgen se aparece a una persona de origen humilde y tras obrar un milagro le comunica su deseo de permanecer en ese lugar, para lo cual se construye la edificación, dando lugar a otra manifestación típica como es la romería, el festejo de la advocación mariana en su lugar de residencia, que a veces incluye el traslado temporal a la localidad de la cual es patrona. Para justificar la rivalidad que ocasionan estos lugares, estas historias suelen explicar como en un primer intento, la persona testigo de la aparición de la Virgen comunica al pueblo más cercano el suceso ocurrido y el mandato mariano pero no obtiene ayuda e incluso sufre la burla de los más incrédulos. Sin embargo, cuando lo intenta en la localidad vecina el resultado es la construcción del santuario correspondiente.
Del conjunto destaca principalmente el patio porticado, con arcos de medio punto y la galería superior de zapatas y pies derechos de madera que alberga viviendas que son alquiladas por los romeros y fieles de la Virgen. También es destacable el arco de herradura que se conserva, que permite intuir el trabajo de mudéjares en su construcción.
Quesería Zacatena
Tras visitar el Santuario de Ntra. Sra. de las Cruces continuamos hasta la intersección con la carretera que comunica Daimiel y Malagón, donde giraremos hacia la izquierda para llegar a la Quesería Zacatena donde no solo podremos degustar y comprar un excelente queso de oveja manchego, sino que también podremos, previa reserva, visitar la finca y sus instalaciones, cuyas edificaciones datan del s. XVIII, si bien las dehesas de Zacatena llevan explotándose para uso ganadero desde que la Orden de Calatrava recibiera su encomienda en el s. XIII.
Conventos y Queserías de Malagón
Después de esta parada gastronómica seguimos camino hasta la cercana localidad de Malagón, famosa por albergar uno de los conventos fundados por Santa Teresa de Jesús. Concretamente el tercero de ellos, llamado de San José y cuya concepción y desarrollo fue el único atribuido en su totalidad a la santa.
Esta localidad también cuenta con excelentes queserías, desde la más comercial como Quesos Rocinante, hasta otras más artesanales como Quesos Don Apolonio, a cuya venta podemos acceder por la carretera N-401, que seguiremos para llegar hasta nuestro siguiente destino.
En la misma vía, y tras pasar el establecimiento antes mencionado, tenemos una interesante opción para comer, el Restaurante-Bufet El Cordel.
Si sois más de picnic o simplemente os apetece comer al aire libre, continuaremos hasta el Santuario de la Virgen de la Sierra, que como su nombre indica es el único de los propuestos que se localiza en este ambiente serrano.
Quesería del Grupo Masías, en Fuente el Fresno
Antes de llegar, sin embargo, conviene hacer una parada en el establecimiento Grupo Masías, de Fuente el Fresno, donde disponen para la venta de gran cantidad de productos delicatessen manchegos como aceite, queso o dulces, y otros no tan manchegos, pero igualmente destacables, como su queso de leche de búfala, obtenida de ganadería propia y difícil de conseguir en el resto del país.
Santuario de la Virgen de la Sierra, en Villarrubia de los Ojos
El Santuario de Ntra. Sra. de la Sierra se localiza en las estribaciones de los Montes de Toledo, en un entorno de gran belleza, de zonas boscosas que alternan la vegetación mediterránea original con otras especies de repoblación como el pino canario y el eucalipto. Cuenta con un conjunto de edificaciones realizadas en torno al s. XVIII entre las que destacan la capilla de la Virgen, de estilo barroco, con una gran cúpula rematada por una linterna, y el patio empedrado que la precede, con galerías porticadas de pies derechos y zapatas, que acogen las viviendas que tradicionalmente se alquilan para su disfrute.
La antigüedad, y por ende importancia, de la talla de esta advocación mariana se remonta al periodo visigodo en el que el historiador Hervás y Buendía sitúa una posible donación del Papa Gregorio I en su camino hacia Toledo. Hecho que se refuerza por la aparición de una necrópolis de este periodo en las inmediaciones. Durante la Edad Media y la Edad Moderna existen numerosos testimonios que avalan su antigüedad y las disputas que enfrentaron a las Órdenes militares de San Juan y Calatrava. Por desgracia, como tantas otras, la talla original fue destruida durante la Guerra Civil, de modo que de la misma solo se conservan las manos y la cabeza del Niño.
Especialmente reconocida es también la calidad de las aguas que, provenientes de manantiales cercanos, se recogen en la fuente ubicada en la plazuela desarrollada a los pies del santuario. Todo el entorno está acondicionado con mesas y bancos de madera, de modo que permite realizar una excelente jornada de picnic.
Santuario de la Virgen de las Nieves, en Almagro
A continuación, para concluir está peculiar ruta, nos acercamos al Santuario de Ntra. Sra. de las Nieves, famoso tanto por la gran devoción que se profesa como por la histórica rivalidad en su posesión. Y es que otra de las características que presentan estos complejos es el resultado de la gran influencia que ejercen sobre las poblaciones de alrededor, cuya manifestación más mundana deriva en enfrentamientos por su control. Raro es el santuario que no provoca este conflicto entre vecinos que tristemente se disputan los aspectos más terrenales sin advertir el verdadero sentido de estas localizaciones. En el caso que nos ocupa, las tensiones que ha provocado históricamente entre Bolaños y Almagro son de proporciones épicas.
Se trata de un conjunto de edificios que incluyen la ermita que acoge la imagen de la virgen, las dependencias de la hospedería asociada y una plaza taurina donde se realizaban los festejos en honor de ésta. Si bien se especula con que su origen se remonte al s.XII, su aspecto actual es fruto de las intervenciones realizadas en el s.XVII por los Marqueses de Sta. Cruz, Don Álvaro de Bazán e hijo, los cuales acometieron su reforma como ofrenda por la intercesión mariana en la Batalla de Lepanto. Destaca especialmente el camarín de la Virgen, decorado con cerámica talaverana.
Dada su posición estratégica, en el camino de Levante a Portugal, el complejo contaba con una hospedería y mesón que se enorgullece de llevar en funcionamiento desde el s.XVII, lo que lo convierte en el más antiguo documentado en España.
A unos 400 m., siguiendo un camino de tierra, se llega a los baños termales que desde la antigüedad han aprovechado las cualidades de su origen volcánico. Para su disfrute se dotaron de infraestructuras para facilitar el baño, como la piscina escalonada que recoge dichas aguas o los edificios que albergaban los vestuarios. En la actualidad se ha recuperado dicha piscina y se ha adecuado la zona con arbolado y paneles explicativos.
Y así concluimos esta peculiar ruta que marida, nunca mejor dicho, la gastronomía, el sentimiento religioso y el patrimonio cultural y medioambiental. Un alimento para el cuerpo y el alma ❤️